Y si llegamos a pensar que el deporte estaba alejado de la crisis mundial, sin duda estábamos equivocados. La debacle económica que azota al mundo financiero y de las grandes industrias está más presente que nunca en el deporte. Qué mejor referente en el ámbito de la inversión monetaria hacia el mundo deportivo que el súper bowl, evento que genera millones de dólares en publicidad. Millones de dólares están de por medio el gran domingo, ésta edición fue la segunda más vista en la historia, el súper bowl XLIII significó para la CNN cadena encargada de la transmisión, ganancias por 206 millones de dólares por la publicidad durante el evento. La inversión por parte de las marcas publicitarias sin duda no se hizo esperar, la nota la dieron las grandes marcas automovilísticas del país de las barras y las estrellas, Chrysler y Ford, marcas que jamás habían dejado de invertir en el súper domingo, abandonaron a causa de la caída de la caída financiera.
Y a caso el barón Pierre de Coubertin se estaba adelantando a su época al mencionar que "La vida es simple, porque la lucha es simple. El buen luchador retrocede pero no abandona", claro que no se refería a la lucha publicitaria ni a las feroces contiendas por conseguir espacio la máxima cita deportiva del futbol estadounidense. El espectáculo del súper bowl se a trasladado a las chequeras de los inversionistas de las agencias de publicidad.
El caso Ford-Chrysler no es aislado, las grandes marcas asiáticas como Honda, Mitsubishi, Suzuki, Mazda han abandonado los eventos deportivos de velocidad. Éstas marcas anunciaron de manera separada, que tomarían medidas respecto a la presente crisis mundial, con la que se ven obligados a decir a dios a grandes premios del automovilismo, Mitsubishi anunció el pasado 4 de febrero que deja el rally Dakar, máxima contienda del rallismo internacional. Ésta situación es ya una constante en la actualidad del deporte, vemos día a día noticias como la de “ING abandona a la escudería Renault de fórmula uno.
La publicidad tiene cifras descomunales porque los consumidores de los eventos deportivos, somos nosotros, los que vivimos el deporte con gran pasión. Somos los más susceptibles a las embatidas de los grandes anunciantes, somos capaces de sintonizar los televisores aun cuando los eventos deportivos están saturados de publicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario