lunes, 16 de febrero de 2009

ELOGIO INNECESARIO DE LOS LIBROS

Elogio innecesario de los libros
Carlos Monsivaís

La presencia espacio-tiempo de la escritura sufre algunos estragos en épocas modernas. A pesar de que la escritura permitió a la oratoria el beneficio de la permanencia, también ha sufrido los embates de las nuevas tecnologías y sobre todo de la desculturización de la sociedad, bueno si es que podemos hablar descuturización, porque bien lo menciona Carlos Monsivaís en su lectura, es difícil identificar un momento histórico al menos en nuestro país, momento en el que se pudiese presumir de que la sociedad en general vive inmerso en el gusto por la lectura.
¿Es posible que nuestro vecino norteño sea participe una vez más del mal nacional? Es probable, tal vez no directamente pero la industria cultural post segunda guerra mundial que se desarrollo en el país de las barras y las estrellas afecta a nuestro país. Que de raro tiene encontrar a Hilary Duff dentro de los best sellers norteamericanos, nada, sin duda es posible encontrar un libro de superación personal escrito por el gobernaitor a un costado del escrito por Hilary, que sin menospreciar su arte ante la pluma ¿Qué puede aportarnos una joven de 17 años que está inmersa en ese prototipo de barbie americana? Yo diría nada o casi nada. Es lamentable que una sociedad capaz en su totalidad de adquirir un libro de forma sencilla gaste sus recursos en comprar libros de ésta índole, es un vicio no muy extraño para nuestro país, yo retomaría el caso particular que se da en los tirajes de mayor escala en nuestro país, el tv novelas y la revista vaquero, es cierto que el libro vaquero es una solución a bajo costo, pero el tv notas no es de bajo costo. Me pregunto por qué se puede pagar una revista de espectáculos de baja calidad y no un libro que puede tener el mismo precio en el stand de libros usados. Sin duda yo diría un problema de rezago cultural.

La industria editorial también se ve afectada, es difícil competir con editoriales dedicadas a la difusión del optimismo, industria que se dedica a multiplicar libros que satisfacen de forma escueta la necesidad de ser alguien, de superar la adversidad y de tratar de llegar a ser alguien en naciones en completo retroceso. Es muy difícil que la industria seria y comprometida con los grandes escritores luche contra ello.
Y son muchos los fenómenos que hacen el desarrollo de la lectura poco o nulo, en una sociedad como la nuestra es difícil informar a la sociedad sin que se tenga de por medio imágenes, es en nuestros días como lo menciona Giovanni Sartori la era de la imagen, la era del homovidens. Por su parte en la lectura de Monsiváis se menciona que otro aspecto fundamental en el proceso de la lectura es que el hábito de la lectura se encuentra a la baja, yo pondría en duda lo dicho, es difícil mencionar una época en la que se haya tenido la lectura como un hábito nacional, los índices de lectura siempre quedan registrados gracias unos cuantos, a estudiantes, intelectuales profesores. Aun así el problema es latente y difícil de superar si no existe una modificación gubernamental.
Es una tarea ardua pero tiene que iniciar desde el gobierno. Si bien el amor y gusto por la lectura debe generarse desde el hogar, las políticas en pro de la industria del libro en nuestro país no se conocen. Es verdaderamente vergonzoso tener presidentes con tan pobre cultura como Vicente Fox. Como bien se menciona en la lectura es difícil cambiar éstos vicios
Deben cambiarse la planeación a nivel educación básica, debe buscarse el gusto por la lectura y no obligar a que se lea por cumplir con las calificaciones.

"A la lectura se llega por placer... Empezamos a leer por placer, y de hecho sería deseable que ese placer no nos abandonara nunca" (Miquel Desclot)..

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