jueves, 30 de abril de 2009

CORRECCIÓN DEL MANUSCRITO




Ha sido ya mencionado en más de una ocasión la labor del editor. Una vez que se pasa a la tarea de la publicación del manuscrito entra una tarea trascendental para el editor, que es la de corregir el manuscrito para que se transporte a la imprenta. El corrector ayuda al autor a presentar las ideas que éste intenta plasmar de una forma clara para los compradores.



Muchas veces por cuidar las ideas que quiere presentar el autor no se da cuenta de los errores con los que cuenta su trabajo. Aquí debe mediar el corrector y hacerle ver las fallas al autor. Este corrector es en las grandes empresas editoriales un empleado, mientras que en las de menor peso el corrector es un trabajador externo, el cual se contrata solo con fines de mejorar la claridad del libro.



Las principales tareas del tipógrafo y del corrector son las de mejorar la claridad y estilo. La labor del tipógrafo es transcribir los errores señalados. El corrector tiene más responsabilidades en dentro de la presentación del cuerpo del libro. Las principales son:



A) Legibilidad: Presentación legible del manuscrito, que el tipógrafo pueda leerlo de forma sencilla.

B) Unificación: El manuscrito debe cumplir con los criterios de puntuación, nombres, abreviaturas etc.

C) Gramática: El corrector clarifique las ideas plasmadas por el autor sin cambiar el sentido de lo que quiere decir.

D) Caridad y Estilo: Darle al lector la claridad para que pueda comprender el contenido, en la literatura en ocasiones se conserva el estilo rebuscado del autor.

E) Veracidad de la Información: datos e información aportados por el autor sean reales.

F) Propiedad y legalidad: Se requiere que el corrector sea un experto en el tema, debe comprobar que las ideas del autor no sean de algún otro autor.
G) Detalle de producción: El tipo de letra tiene que ser el adecuado y que el manuscrito esté completo.

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