domingo, 12 de abril de 2009





EL DESARROLLO EDITORIAL: DE LA IDEA AL LIBRO











El desarrollo de un país no se mide en cuántos tratados financieros tenga en su haber, el desarrollo verdadero y el que deja huella es sin duda es el desarrollo cultural. La lectura sin duda alguna es cultura.

La industria editorial por lo general no es sinónimo de ganancias. El proceso colocación del producto final como lo conocemos, el libro, no es una tarea fácil y remunerada a manos llenas. Por medio de esta lectura es posible conocer un poco de lo que significa la tarea que resulta aún artesanal de la elaboración, producción y colocación del libro.
De manera muy romántica comencé el tema pero es verídica para el progreso de una nación. Es de suma importancia para un desarrollo óptimo de una sociedad el equilibrio de la cultura de la lectura.
Es frio pero cierto, el libro es visto desde el punto de vista empresarial significa intercambio y ganancia. Éste último concepto ambiguo en muchos de los casos.






El gobierno no queda excluido del proceso de dicha industria. El fomento cultural en teoría es una obligación del gobierno, cada país debe fomentar el desarrollo de su población en vías de alcanzar el conocimiento y el progreso. Sin duda en nuestro país ve relegada esta tarea a instituciones no gubernamentales y en ocasiones a las mismas empresas encargadas de la publicidad del producto final (libro).

Cada país un problema y bien dicen que a territorios extensos problemas extensos. Paises subdesarrollados como el nuestro no son la excepción, el crecimiento editorial no es una constante, la producción que en otros tiempos era de mayor alcance que la que se tenía en países como España se relega a nuestros días a empresas dedicadas al consumo nacional. La
Las grandes editoriales son las de afuera, el consumo nacional es en su mayoría proveniente del extranjero. Existen esfuerzos de organismos internacionales por colaborar de forma conjunta con países subdesarrollados la UNESCO es un ejemplo de buscar la colaboración y en consecuencia la difusión de cultura por medio de las palabras escritas.

Al igual que una pequeña industria, en nuestro país conocido por un régimen como changarro, la industria editorial es un trabajo en equipo. Tomemos como ejemplo una panadería. El producto final es una dona. En el punto final, que viene siendo el consumidor, intervienen muchos factores previos a lo que concluye como la degustación del pan dulce. El panadero en nuestra industria viene jugando el papel del autor, es el que con imaginación y dedicación crea la dona. Existe una persona encargada de revisar la dona como producto, en la industria editorial es el editor que más delante explicaremos de forma más concreta el rol que juega en el circulo que significa el proceso editorial.

Al igual que la dona el libro busca colocarse dentro de un mercado competitivo y recaudar ganancias después de conseguir solventar los gastos de producción. Al igual que cualquier objeto de estudio dentro del capitalismo el libro significa incrementar la producción para generar mayores ganancias. La diferencia del proceso editorial radica en que influye mucho la publicidad y la creatividad del autor.
Los cuatro fantásticos de la industria son cuatro, autor, editor, impresor, vendedor. Viéndolo desde el punto de vista mercantil, son un grupo que colabora para con fines de colocar el producto en un sector determinado.


Autor: Creador, formulador de ideas, engloba elementos de su propiedad. Por medio del copyrigth mantiene en su propiedad su manuscrito. Es quien permite la difusión del conocimiento, existe un reconocimiento social.


Editor: Es una pieza clave para el proceso. Es un eslabón en la cadena de la proyección del libro. Autor-punto de venta son los puntos en los que media el editor. Se necesita de un amplio criterio y visión para manejar el trabajo del editor. Hace posible que el libro se conozca gracias a su experiencia en el negocio.

Impresor: Podemos denominarlo fabricante, recibe el manuscrito hace una composición tipográfica y devuelve el trabajo impreso al autor. Se limita a esta parte del proceso. De el depende la calidad de la impresión.


Vendedor: Es quien recibe los libros y dispone colocarlos con los clientes. Hace un escrutinio del sector al que va dedicado el libro. No solo cuenta con una carta para distribuir, tiene una amplia gama de lo que de libros se trata.

Existe un vínculo entre autor editor. Es un pacto de confianza y de punto de apoyo. Los dos buscan regalías por lo que deben hacer una buena mancuerna en pro de la venta. El autor coopera con una promoción del ejemplar, mientras que el editor sabe cómo y dónde ofrecer el producto, es él quien puede mantener estrechos lazos con un grupo capaz de mantener el libro en buen punto. Existe un agradecimiento en ocasiones del autor hacia el editor como apoyo en la corrección del libro.

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