jueves, 30 de abril de 2009



DESARROLLO EDITORIAL: DE LA IDEA AL LIBRO





Por amor al arte. Es muy común que en nuestro país muchas de las actividades profesionales y de oficio se realicen “por amor a la camiseta”. La labor de un editor en una empresa editorial es sin duda un reflejo de esta frase. Él más que nadie es consciente de las dificultades con las que se enfrenta la colocación del libro en el mercado. Su labor es bidimensional, por un lado tiene que ser un promotor cultural y por otro por otro tiene que ser un promotor en aspectos mercantiles.


El editor puede ser definido como un estratega. Las mayores decisiones de la actividad editorial recaen en el. Debe salir en busca de manuscritos y también promover que estos se realicen. El editor es quien materializa las ideas.



Dentro del manejo de manuscritos eta inmerso el editor, debe hacer un eficaz registro del mismo puntualizar el nombre del autor. Como ya había mencionado en controles anteriores la labor de un editor no es superficial, debe conocer con amplitud la industria debe tener un amplio catálogo mental de libros, debe equilibrar todas sus actividades en la producción, las finanzas y ventas.
La llegada de los manuscritos difícilmente es espontánea. Requiere del conocimiento del editor y en su mayoría que el busque al autor. También existe la elaboración de escritos por encargo, que es la construcción de ideas dependiendo de lo que la empresa editorial quiera satisfacer de su público. La empresa debe mantener un prestigio el cual debe estar siempre presente para el autor, debe adquirir manuscritos a la altura de sus anteriores publicaciones.



La revisión del manuscrito es fundamental. La lectura en su totalidad es un camino sin salida. La opinión de un consultor es importante debe decidirse si el manuscrito es publicable o no. De ahí que en ocasiones haya una segunda etapa devaluatoria del texto, se deben consultar si cumple con la línea de publicación de la editorial, no debe de salirse de los lineamientos que manejan para que se presente en sus productos.



Hay empresas que hacen proyectos a futuro y la construcción de textos en etapas es inminente para la generación de recursos. El señor de los anillos y Harry Potter son un ejemplo de cómo una casa editorial ve a futuro, da el tiempo adecuado a las publicaciones y sobre todo sabe la expectativa que genera en su público con cada uno de los textos. La publicidad y la distribución van de la mano para culminar el éxito de la serie de publicaciones.

La industria editorial en la actualidad busca la publicación de grandes autores. De ahí que exista la actividad editorial como la conocemos en firmas como Alfaguara o Planeta, que buscan presentar novelas, ensayos de grandes autores como Gabriel García Márquez y que asegura que el nombre le hará peso en la venta de sus libros. Si duda no es lo mismo presentar un libro que por sí solo se haga publicidad como es el caso de los escritos por las grande plumas mundiales que presentar a un autor que será un desconocido para el público.

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